La semana psi en los medios

Bienvenidos a nuestro pequeño tour por los medios de comunicación en busca de voces del mundo psi. Los nombres de los profesionales no serán expuestos. La idea es concentrarse en los discursos, no en las personas. 

Generalización deprimente

El miércoles 20 de enero a las 19:03, La Nación publicó en su sección “Lifestyle”  un cable de la agencia Europe Press que tituló: Psiquiatría: cuál es la diferencia entre la depresión y la tristeza.

Casi una primera clase de semiología de los afectos. Qué bien. La nota está ilustrada con una foto en blanco y negro donde se ve un hombro desnudo y un cuarto de rostro femenino con una lágrima a punto de suicidarse lanzándose hacia la clavícula. El epígrafe dice “Llorar, mujer, drama, depresión, tristeza”. Antes de leer el primer párrafo ya se puso raro. 

El especialista que habla es un “psiquiatra de la Clínica de la Universidad de Navarra en su sede de Madrid” (“no vayan a creer que es muy vasco, habla desde Madrid”). Lo que dice no se escapa de la cita de los criterios diagnósticos del DSM hasta que tira el dato de que la depresión suele ser más frecuente en la mujer y dice cosas como estas:

“(la mujer) tiene menos problemas a la hora de solicitar ayuda cuando la necesita”.

“El hombre busca otras alternativas al hecho de buscar ayuda, y con más facilidad suele ahogar las penas en otro tipo de compensaciones como el consumo de tóxicos.”

“(la mujer) tiende a interiorizar sus problemas, algo que a la larga acaba repercutiendo, y que hace entender que la mujer se deprima más”

Conclusión: arranca separando la tristeza de la depresión y termina separando al hombre de la mujer según generalidades de comedia stand up. 

https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/psiquiatria-cual-es-la-diferencia-entre-la-depresion-y-la-tristeza-nid20012021/

LSD Soundsystem

En Página 12 apareció una interesante nota sobre el “derrotero” de la ketamina. Ahora que “la prestigiosa revista Nature publicó un artículo dedicado al boom de investigaciones que se están produciendo en los últimos años acerca del uso de psicodélicos con fines terapéuticos” , es hora de reivindicar los experimentos de psiquiatras argentinos con drogas lisérgicas en los años 50 y posteriores. El texto resalta que “ (…) la sesión tenía lugar en la clínica, con la presencia permanente del terapeuta y toda una serie de cuidados: enfermeros, ayudantes y médicos de guardia. Luego de la experiencia, el paciente continuaba en análisis y elaboraba aquello de lo vivido”. Se habla de que muchos ” pintores, actrices, músicos, intelectuales, poetas, directores de cine.” pasaron por esta experiencia, lo que las pone mas del lado de la moda que de la ciencia. No se dice qué pasó con los pacientes comunes, aquellos no tocados por las musas. 

El salto del LSD, la mescalina y el psilocibina a la ketamina viene de la mano de un anestesiólogo del Hospital Militar (curioso pero no tan curioso ese link, pensando en el origen del LSD). Ahí la nota vira a un orgulloso nacionalismo sobre trabajos argentinos presentados a comienzos de los 70s utilizando la ketamina como antidepresivo.

Y así desembocamos en el párrafo más cuestionable:

“La evidencia actual con la ketamina, tanto por la eficacia antidepresiva y antisuicida como por su rápida respuesta en apenas horas, plantea una revolución en el abordaje psicofarmacológico de algunas depresiones y ha sido catalogado por expertos de la comunidad científica como el ‘más importante hallazgo en psicofarmacología de los últimos 50 años’”.

Desmenuzemos:

  • “La evidencia actual”, “expertos de la comunidad científica”: frases legitimadoras que vienen desde la época del marketing de los tónicos del siglo xix y que curiosamente han sobrevivido al marketing actual.
  • La cita de los “expertos”: “el más importante hallazgo en psicofarmacología de los últimos 50 años”. Haciendo cuentas rápidas, la esketamina sería más importante que los antipsicóticos atípicos (la risperidona salió al mercado hace 27 años) o los hipnóticos de la “z” (el zolpidem salió al mercado en 1992)

Pero más allá de estos detalles, viene bien ver la breve y contundente charla (subitulada en español) que Mark Horowitz dió el año pasado sobre aspectos grises de la esketamina, donde desarrolla parte de su gran review publicada en en British Journal of Psychiatry.

https://www.pagina12.com.ar/322979-el-derrotero-de-la-ketamina

Viñeta clínica

En una nota queja sobre el pésimo sistema de turnos de vacunación para los profesionales de la salud independientes, un psicoanalista dijo: “había que estar como un paranoico apretando F5 a las 2 de la mañana para que se cargue la página y ver si te habían dado el turno o si se lo habían dado a tu amigo o colega que también quería el lugar”. 

Discusión: ¿es ésa conducta algo acorde a ese diagnóstico? ¿Se cumple en esta enunciación aquello que marcaba Ulloa (y también los viejos experimentos de Standford)  que uno se termina identificando con la institución (en este caso la institución paranoica)?

Luego, acotó risueño: 

“Yo me quedé dormido y no llegué a anotarme, pero tengo una amiga que se levantó a la madrugada para ir al baño, vio el mensaje, y logró anotarse”. 

Se ve que supo hacer con lo que tenía.

https://www.pagina12.com.ar/323274-vacunacion-en-la-ciudad-de-buenos-aires-criticas-al-sistema-?amp=1


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