[Literatura] Cuatro encuentros sobre la Grit Lit

Garamond Podcast y Revista ATLAS presentan:

“Se pisa fuerte y se sigue”

Cuatro encuentros sobre la Grit Lit

Comienza sábado 10/10 19 hs.

Por Zoom

Encuentro 1: La naturaleza áspera

Encuentro 2: La familia sin terminar

Encuentro 3: Las conciencias obnubiladas

Encuentro 4: Las leyes propias

Coordinación: Javier Castro, Marcos Zurita

Modalidad:

Cada encuentro será precedido por un mail donde se enviará el cuento sobre el que se basará el encuentro por zoom. No es necesario tener ningún conocimiento previo. 

En los encuentros de zoom compartiremos una presentación que no pretende ser una clase sino una guía de lectura y conexiones literarias, cinematográficas, sociales, políticas, biológicas y psicológicas. 

Inscripción: 

$1500 los cuatro encuentros. Link Mercado Pago: https://www.mercadopago.com.ar/checkout/v1/redirect?pref_id=85028244-3c160395-51d1-4bc6-9d7b-c69af019e670

$500 cada encuentro individual. Link Mercado Pago:

https://www.mercadopago.com.ar/checkout/v1/redirect?pref_id=85028244-f6702947-f279-4b0d-a98d-2bef6191f3fd

¿Qué es la Grit Lit? 

Es un género literario. También lo llaman ‘hillbilly noir’, ‘country noir’ o ‘rural noir’. Hace un par de décadas lo hubiesen llamado realismo sucio. Es literatura ‘redneck’ de los Estados Unidos. Puede venir de Michigan, como Bonnie Jo Campbell, o de las Ozarks, como Daniel Woodrell. La cosa es que sea ‘redneck’, blanca, pobre, muy de pueblo y lleve algún tipo de trama semi-criminal.

¿De qué va? 

Algunos la definen como gótico sureño de speed. Es una literatura dura y firme y proletaria, donde el lugar lo es todo, van mal dadas para todo el mundo y las cosas se llevan a su lógica consecuencia (generalmente calamitosa). Hay una sensación de predestinación terrible en las historias de ‘grit lit’. Un ambiente volátil, como cuando está a punto de estallar una pelea.

Sin embargo, “Grit” es un término asociado a la resistencia, al resto que hace que aun en circunstancias extremadamente adversas haya algo que persiste vital. La Grit Lit es literatura, no es un testimonio. Una serie de coordenadas estéticas une a los diferentes autores ¿qué otra cosa no es? No es moral. No hay ni condena ni condescencia. 

Tom Franklin (Alabama, 1963), uno de sus representantes, presentaba así al género:

«No es luz de luna ni magnolios, es barro en tus botas de trabajador, sobre todo en esas que tienen punta de acero y el cuero tan gastado que se ve el metal. Las mismas botas despellejadas con las que salís tambaleándote del bar después de haber arruinado la noche. Es la culata de nogal de un .38 en el cinturón de alguien que te espera fuera del bar, el cuchillo afilado, el rifle de cañón recortado, una navaja de hace siglos. El dosificador de coca, el frasco vacío de pastillas, la pipa de meta. Es un hombre con pocas esperanzas de ser salvado que intenta desguazar todo lo que se pone en su camino, aunque solo sean latas de cerveza en la cuneta de una ruta secundaria por la que pasan camiones gigantescos cargados de troncos procedentes del bosque que están devorando las grandes corporaciones. Es la audacia de ese hombre que se siente lleno de vida en las páginas del libro y que hace que te sientas identificado con él. Es alguien que se levanta del suelo y dice: “Momento, todavía no estoy muerto”

Los esperamos!


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